buscandotueStilo con Natalia Pomar: gestionar las emociones negativas

POST SOBRE EL TEMA:

Carmen Pérez

“Siempre he pensado que se puede ser una buena profesional mientras sonríes y te apasiona lo que haces”. Natalia Pomar

Conocí a  Natalia hace muy poco, pero en mi corta experiencia con ella pude darme cuenda de que estaba ante una gran profesional. No es de extrañar que quienes han trabajado a su lado la definan como una persona que sabe detectar el potencial de los profesionales que la rodean y convertir ese potencial en un valor añadido.

Y es que, como ella misma dice: “En tiempos de cambio, los que estén abiertos al aprendizaje se apoderarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”

Psicóloga Empedernida y amante de las personas así se define Natalia. Tiene una larga experiencia en Coaching y Psicoterapia.

Hoy en día gracias a la tecnología del mundo online no existen la fronteras geográficas. La puedes encontrar en www.nataliapomar.com y entre su amplio catálogo de formaciones aparece: Liderazgo, Neuromárketing, Gestión del estrés, Hablar en Público, Gestión de la emociones, …

Me puse en contacto con Natalia porque como Asesora de Imagen pienso que hay que trabajar de forma global y tener tan en cuenta el interior como el exterior a la hora de proyectar nuestra imagen personal.

¿Crees que las emociones pueden alterar nuestra imagen profesional?

Por supuesto, nuestro interior es lo único. Es la base de todo

Si nos sentimos inferiores, avergonzados, no capaces, etc… eso lo proyectamos hacía el exterior. Al contrario, si nos creemos que lo sabemos todo, que soy superior a mi cliente porque tengo más conocimiento que él o si opto por “alardear” de mis puntos fuertes sin ni siquiera escuchar a quién tengo delante, eso también afecta seriamente a mi imagen profesional.

 ¿Tenemos que huir de las emociones negativas?

No, las emociones son sensaciones físicas que nos alertan de peligros o de malas interpretaciones de la realidad.

Lo que deberíamos empezar a hacer es relacionarnos con ellas como lo que son: Sensaciones físicas.

En la vida hay sensaciones de todos los colores: Felicidad, placer, aburrimiento, hastío, nerviosismo, vergüenza… ninguna es mejor o peor, todas forman el catálogo de la vida. Así que no vamos a desmerecer a la vida; simplemente debemos abrirnos a ella.

Sé que esto no es muy agradable de leer. Abrirnos a sentir emociones negativas?? Y si os dijera que una vez te abres a sentirlas descubres más sobre ti mismo y sobre quién eres?

Eso ya suena mejor, verdad?

 ¿Por qué nos dan tanto miedo estas emociones?

Porque socialmente están mal vistas. Nos han enseñado que lo bueno es sentirnos siempre bien, guapos, exitosos, contentos, extasiados, enamorados… guauuuu!!! Todo eso es lo que corresponde.

Pero resulta que el boleto de la vida también incluye emociones diferentes: angustia, miedo, rabia, ira, vergüenza… y el problema es como nos han enseñado a relacionarnos con ellas: Evitándolas!

Que te sientes triste porque te ha dejado tu pareja? “sal y emborráchate”

Que has fracasado en tu proyecto profesional? “ no pienses en ello, vuélvelo a intentar”

Lo que yo digo no es que tengas que hundirte en la más profunda desolación cada vez que te venga una emoción negativa. Lo que intento trasladar es que si, en vez de emborracharte intentas sentirte triste y no hacer nada más, quizás descubres algo en esa tristeza… y puedo asegurarte que así es.

 ¿Nos boicoteamos a nosotros mismos a través de nuestros pensamientos?

Desde los descubrimientos de Ramón y Cajal, el hemisferio izquierdo (el lógico, el racional, el matemático) ha sido el que ha tenido más importancia. Incluso en la educación. El modelo educativo actual prima el hemisferio izquierdo por encima del derecho. Nadie nos educa para ser más creativos, para ser más intuitivos o para gestionar nuestras emociones.

Por esta regla de tres, para nuestra sociedad, los pensamientos lo son todo. Que nuestra cabeza nos dice que vamos a fracasar en nuestros nuevos proyectos, nosotros vamos y nos lo creemos.

Que de repente pensamos “sin ti no soy nada” pues no lo dudamos lo más mínimo: SIN TI NO SOY NADA

No quiero decir que los pensamientos no tengan su importancia. Para algo tenemos la mente; lo que quiero decir es que si tenemos una parte del cerebro dedicada a otras cosas (las emociones, la intuición, la creatividad…) será por algún motivo, no? Por otra parte, si tenemos un cuerpo en el que experimentamos las emociones físicamente, también será por algo…

En nuestra sociedad vivimos totalmente apegados a la mente, es uno de los motivos por los cuales existe tanta ansiedad y tanta depresión. Como nos creemos todo lo que nos pasa por la mente, nos creamos realidades que en numerosas ocasiones sólo existen en nuestra cabeza.

¿Qué podemos hacer para gestionar nuestras emociones?

En primer lugar abrirnos a ellas. Es muy difícil gestionar algo cuando lo evitas. Puedes pensar en gestionar un negocio si lo evitas? Puedes pensar en gestionar una relación de pareja si la evitas? Es imposible.

Entonces, la próxima vez que te aparezca el miedo, la ansiedad, la vergüenza… No huyas. Haz algo diferente. Atrévete a sentirlas en tu cuerpo.

En qué parte de tu cuerpo aparece la emoción? Si tuvieras que ponerle una forma, qué forma le darías? Tiene temperatura la emoción?

La propuesta es: ábrete a sentir físicamente las emociones negativas en tu cuerpo y concéntrate en él. Cuando empiezas a hacer esto te das cuenta que detrás del miedo no hay nada, detrás de la vergüenza no hay nada, detrás de la rabia no hay nada. Pero para encontrar la “nada” antes has de pasar por el miedo o lo que sea que tu cuerpo esté sintiendo.

 ¿Qué pasa cuando las emociones no se procesan?

Se enquistan en el cuerpo. Es una energía mal digerida. Es una mala digestión.

Y aparecen somatizaciones. Dolores, hernias, emociones reiteradas sin motivo, y un largo etcétera

 ¿Son las emociones tan importantes como la razón?

Por supuesto. Las emociones nos hacen sentirnos vivos. Lo más importante en la vida no sucede en la mente, sucede en el cuerpo, en el alma, como lo quieras llamar.

Piensa en todos los instantes importantes de tu vida. Sucedieron en tu mente? O los sentiste en tu interior?

¿Qué es la neurociencia?

La neurociencia se encarga de estudiar cómo funciona nuestro cerebro en múltiples áreas y niveles.

¿En que puede ayudarnos la Sincronización de los Hemisferios Cerebrales?

La sincronización de hemisferios cerebrales es una técnica introducida por Maruxa Hernando (gran profesional) y que utilizo con mis clientes. Consiste en procesar información de un hemisferio cerebral a otro (derecho-izquierdo y viceversa).

En ocasiones, cuando estamos sometidos a un acontecimiento estresante o traumático (o bien nuestra mente lo percibe como tal), el intercambio de información entre los dos hemisferios se para. Es entonces cuando la emoción no se procesa como debería y se queda encallada en el hemisferio derecho.

Con esta técnica, se estimulan los campos visuales de forma alterna y con ello se consigue que la información emocional vuelva a circular en ambos hemisferios. Es una maravillosa y sencilla técnica para trabajar duelos, traumas, ansiedad, estrés, así como para fijar emociones positivas a futuro y potenciar habilidades como la creatividad o la concentración

 Espero que esta entrevista te haya gustado, me encantará recibir tus comentarios. ¿Con qué te quedas de todas las cosas que nos ha contado Natalia? ¿Te ha tocado la fibra o crees que no tienes nada que cambiar?

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